Esta pick-up pasó de tener un máximo de 200 hp a ofrecer unos impresionantes 570 hp gracias al transplante, que llegó casi que por casualidad y tardó poco más de dos años en hacerse.
De acuerdo a una entrevista ofrecida a Road and Track por Stephen Biagioni, fundador de SB Motorsport, la idea de la Nissan Navara-R surgió luego de construir el GT-R que usan actualmente para las competencias de drifting.
A este ultimo lo equiparon con un motor Chevrolet LS V8 mejorado con un turbocargador Garrett, lo que dejó al bloque original del deportivo japonés, un V6 DOHC Biturbo de 3,8 l sin dueño ni uso.
Así, Biagioni se pasó los últimos dos años usando su tiempo libre para trabajar en el proyecto de la Frontier en planos. El proceso de construcción inició en noviembre del año pasado, agregando algunas otras cosas además del motor.
La más poderosa
Junto al V6 y su transmisión, SB Motorsport equipó a la Navara con un sistema de suspensión KW que no solo lo levantan unos cm del piso, sino que también le facilitan controlar toda la potencia que ofrece el motor del deportivo.
Adicionalmente, la compañía está fabricando los bastidores delanteros y traseros del GT-R, pero a la medida de la pick-up para que, “en teoría”, la pick-up se maneje como si fuera el superauto japonés, aunque un poco más ancho y largo.
El toque final será hacerle algunas modificaciones al motor para que llegue hasta los 1.000 caballos de potencia, un reto que además busca lograr que la camioneta continúe siendo legal para el uso en ciudad.