Durante las últimas semanas, la Ford Ranger se posicionó en el centro de la escena por diferentes motivos. En primer lugar, diferentes medios confirmaron que el diseño sería el mismo que el revelado hace tiempo por el sitio Wheels. Otro de los puntos destacados fue el Proyecto Cyclone, que dará vida de manera conjunta al modelo del óvalo con la nueva generación de Volkswagen Amarok.
Hace pocos días, otra de las novedades fue la aparición de las futuras Pick-up mediana de Ford y Everest, publicadas por un sitio extranjero. Ahora, según reveló Carsales, el foco estará puesto en los futuros vínculos que unirán a la nueva F-150 (Aún no presentada) y la próxima generación de Ranger. Lo catalogó como «el beneficio», ya que desde el punto de vista técnico, la serie T7 de la camioneta mediana tendrá los lazos más fuertes que nunca con relación al modelo más grande.
Además de tener un frente similar con líneas más «cuadradas», debajo del capó estarán muy alineadas, ya que a pesar de las diferencias entre peso-potencia, ambos modelos tendrán un desempeño parecido, con la llegada del 3.0 turbodiésel V6 de 250 CV, que reemplazará al 3.2 Puma de Ranger. En cambio, el 2.0 bi-turbo de cuatro cilindros, ofrecido de manera exclusiva en algunos mercados con la variante Raptor, pasará a ser un impulsor estándar. Las transmisiones serán de 10 velocidades o manual de seis marchas.