La gama inicial del nuevo Santa Fe contará con una opción diésel que debería llevarse la gran mayoría de las matriculaciones. Se trata del 2.2 CRD con 202 CV de potencia y un par máximo de 440 Nm. Gracias al bloque de aluminio es más ligero que antes y se ofrecerá con cambio automático de ocho velocidades, y tracción delantera o total.
Los interesados en los híbridos podrán elegir una versión de acceso que hace uso del bloque de gasolina 1.6 TGDI con 180 CV y otro eléctrico (con 60 CV) para lograr 230 CV en conjunto. Esta versión tiene una hibridación sencilla que se acompaña de una batería con 1,49 kWh de capacidad, siendo una alternativa directa al Toyota RAV4 HSD.
También contará con una variante híbrida enchufable que combina el motor 1.6 TGDI con otro eléctrico más potente (91 CV) para conseguir en total 265 CV. En este caso la batería de iones de litio posee 13,8 kWh de capacidad. La autonomía no ha sido comunicada pero debería superar los 55 km.
Más allá del mercado europeo también se ofrecerán otras opciones que se adaptan a los gustos locales. Por ejemplo será posible acceder a un bloque de gasolina de 2,5 litros y turbo con 281 caballos de potencia. No lo veremos en el viejo continente por no cumplir con las exigentes normativas anticontaminación.